¿Qué tal un bizcocho con vitamina C para empezar la mañana? ¿Y por qué no también para merendar?
Nuestro bizcocho de naranja es tan suave y ligero que podremos tomarlo a cualquier hora del día. Con un rico café por la mañana, como tentempié para el almuerzo o disfrutando de una estupenda merienda con una bola de helado de vuestro sabor favorito.
Súper fácil de hacer y con ingrediente que tenemos en casa todo el año, así que apúntatelo y a cocinar.
Ingredientes:
1 yogur natural de 125gr
3 huevos
Harina (3 medidas de yogur)
Azúcar (2 medidas de yogur)
1 naranja grande
Aceite de oliva (1 medida de yogur)
1 sobre de levadura en polvo (16gr.)
Mantequilla para untar el molde o papel de horno
Azúcar glas para decorar
Preparación:
Para este bizcocho utilizaremos la técnica de la “medida del yogur”, vacía el yogur en un bol, resérvalo para más tarde y utiliza el recipiente para medir los demás ingredientes.
Precalentamos el horno a 180º mientras elaboramos la masa.
Rallamos la piel de la naranja sin tocar la parte blanca ya que le daría amargor al bizcocho y la reservamos.
Pelamos la naranja totalmente, separamos los gajos y los troceamos un poco. Reservamos en un bol grande donde iremos añadiendo el resto de los ingredientes.
Añadimos el azúcar, los huevos, la ralladura de naranja, el aceite y el yogur a los gajos de naranja que teníamos reservados. Con una batidora trituramos muy bien hasta que quede una mezcla homogénea.
Incorporamos la harina y la levadura previamente tamizadas, es decir, pasándolas por un colador para que caigan más finas y evitar apelmazamientos. Batimos de nuevo hasta conseguir que la mezcla no tenga ningún grumo.
Preparamos el molde donde vamos a echar la mezcla, puede ser uno redondo de 20cm. de diámetro o uno rectangular de 30cm., nosotros en este caso nos decantamos por el rectangular y lo untaremos muy bien de mantequilla con la mano o con un pincel de cocina, o bien, cubriendo el molde con papel de horno. Así nos aseguramos que el bizcocho no se pegará.
Vertemos la mezcla en el molde y lo colocamos en el horno a altura media, horneamos a 180º durante 35 minutos si es en el molde redondo y añadiremos 5 o 10 minutos más si vamos a usar el rectangular ya que al ser más alto, tardará un poco más en hornearse.
Cuando pase ese tiempo comprobaremos si nuestro bizcocho está preparado para salir, pinchando el centro del bizcocho con un palillo, si éste sale sin restos pegados, es que estará listo para sacarlo del horno. Si no, tendremos que dejarlo unos minutos más.
Dependerá de cada horno el acabado final de nuestro bizcocho, ya que puede que haya algunas variaciones en tiempos y temperaturas.
Lo sacaremos del horno, dejaremos unos minutos de reposo antes de desmoldarlo y esperaremos a que esté completamente frío antes de comerlo.
Nosotros esta vez decidimos decorarlo con un poco de azúcar glas, pero hay más opciones que cada uno puede combinar según sus gustos, una cobertura de chocolate o unas rodajas de naranja escarchada, por ejemplo, serían buenas opciones.
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Podemos conservarlo varios días, pero siempre dentro de un recipiente hermético para evitar que se reseque y se nos ponga demasiado duro.
Ahora os toca a vosotros decidir con qué acompañareis este riquísimo bizcocho.