Como ya no queda nada para las fiestas navideñas, tenemos que pensar qué dulces vamos a hacer para acompañar las estupendas comilonas de estos días o bueno, para picar entre horas o con un rico desayuno.
Empezaremos con unas riquísimas galletas de mantequilla en formas de copos de nieve y bombillas de colores y las acompañaremos con unos deliciosos bombones de chocolate en forma de muñeco. Ahora apuntad los ingredientes y empecemos a cocinar.
Ingredientes:
250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
250 gr. de azúcar blanco
1 huevo mediano
500 gr. de harina de repostería
2 cucharaditas de esencia de vainilla
1 chorrito de leche (opcional)
Además necesitaremos:
Amasadora o batidor de varillas eléctrico
Cortapastas de formas navideñas
Papel de horno
Rodillo
Guías para nivelar el grosor de la masa (opcionales)
Preparación:
El primer paso será tamizar la harina y reservarla hasta que la necesitemos.
En este caso nosotros hemos utilizado un batidor de varillas eléctrico para hacer nuestra masa de galletas, pero también podéis utilizar una amasadora, la thermomix o incluso manualmente.
Batiremos la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea de un color amarillento y ligeramente esponjosa.
Agregaremos el huevo y la vainilla y volvemos a batir hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.
A continuación añadiremos la harina, preferiblemente a cucharadas, poco a poco y batir a velocidad lenta. Comprobaremos que la masa se va haciendo cada vez más seca y compacta. En este paso, cuando llevábamos unas cucharadas de harina, dejamos el batidor y lo terminamos manualmente.
Cuando toda la harina esté integrada en la masa, si vemos que la masa está muy desmigada, será el momento de añadir ese chorrito de leche. Añadiremos poco a poco y sólo la cantidad necesaria para ligar la masa.
Decimos que la leche es opcional ya que dependerá del tipo de harina que estemos utilizando o de la humedad ambiental que haya en vuestra ciudad, ya que si es un lugar muy húmedo, la masa se ligará sin ningún problema. Tampoco amasamos en exceso porque si no las galletas no quedarán crujientes.
Cuando la masa esté lista, hacemos dos bolas, las aplastamos un poco, las cubrimos con film transparente y las meteremos en la nevera durante unos 15 minutos. Que dividamos la masa en dos sólo es para que nos sea más fácil manejarlas y trabajar con ellas posteriormente.
Pasado ese tiempo, estiraremos la masa de las galletas ayudándonos de unas guías si disponemos de ellas, para que la masa tenga el mismo grosor por toda la superficie. El grosor será el que más os guste dependiendo si os gustan más o menos finitas.
Estiraremos la masa sobre una hoja de papel de horno para evitar tener que añadir harina para que no se pegue a la superficie sobre la que vamos a trabajar.
Una vez estirada la masa, la envolvemos en film transparente y las dejamos reposar en la nevera una hora más como mínimo, si es un poco más pues mejor. Esto evitará que sea más fácil de cortar y que las galletas no se deformen al hornearlas.
Pasado el tiempo de enfriado, cortaremos las galletas con los cortapastas elegidos. Si echáis un vistazo en latartienda.com, podréis ver las distintas variedades de cortadores.
Es aconsejable dar un último golpe de frío a las galletas una vez cortadas de unos 10 minutos, sobre todo si la temperatura del ambiente es alta.
Mientras precalentamos el horno a 180ºC, poniendo calor arriba y abajo.
Colocamos en la bandeja del horno una hoja de papel vegetal y colocamos las galletas de mantequilla dejando un pequeño espacio entre ellas ya que crecen un poquito con el calor.
Horneamos durante 12 minutos o hasta que veamos que los bordes comienzan a dorarse un poco, pero no demasiado porque no queremos que se nos quemen. Todo dependerá del horno que estemos utilizando.
Cuando ya estén cocinadas las sacaremos del horno y las dejaremos enfriar completamente encima de una rejilla. Para sacarlas de la bandeja utilizaremos una espátula que nos permita cogerlas sin dañarlas.
Cuando estén completamente frías, empezaremos con la decoración.
En este caso para la decoración nosotros hemos elegido glaseado blanco y glaseado de colores.
Ingredientes glaseado blanco y de colores:
200 gr. de azúcar glas
1 clara de huevo
Colorante alimenticio (en este caso hemos utilizado colorante líquido)
Preparación:
Esta vez la mezcla la hemos hecho en la thermomix.
Añadiremos en el vaso el azúcar glas y la clara de huevo y programaremos 20 segundos velocidad 6.
Si lo vais a hacer en la batidora, batir hasta que los ingredientes estén completamente integrados.
Para darle color a nuestro glaseado, únicamente tendremos que separar el blanco en distintos boles y teñirlos del color que más nos guste. Id añadiendo gotitas poco a poco para no pasarse con la intensidad del color.
Y nuestras galletitas han quedado así.
La receta de los bombones es algo más sencilla de elaborar.
Ingredientes:
1 tableta de chocolate con leche para fundir
1 tableta de chocolate blanco para fundir
Preparación:
Primero fundiremos el chocolate al baño maría.
Ponemos a calentar un poquito de agua en un recipiente y en otro de menor tamaño partiremos el chocolate en trozos pequeños para que se derrita más rápido.
Cuando el agua esté caliente, pondremos el recipiente pequeño dentro del grande, recordad que el agua no debe ser demasiada ya que no puede entrar nada de líquido en el recipiente del chocolate. Removeremos hasta que esté totalmente fundido.
Retiramos del calor y removemos unos minutos para que atempere un poco,
Rellenaremos nuestra base para bombones, en este caso hemos elegido un molde de silicona que podéis encontrar en latartienda.com y con una tableta de chocolate hemos rellenado los cuatro bombones.
Id añadiendo el chocolate poco a poco y removiendo el molde para evitar que queden burbujas.
A continuación meteremos el molde en el frigorífico y esperaremos a que los bombones endurezcan completamente.
Para la decoración de los bombones de chocolate con leche, hemos utilizado chocolate blanco derretido.
Y para la decoración de los bombones de chocolate blanco pusimos sirope de chocolate.
Cuando los tengáis todos decorados, volver a meterlos en la nevera para que endurezca de nuevo la decoración añadida.
Ahora sólo queda sorprender a los invitados.
