El cacahuete es, sin duda, mi fruto seco favorito.   Sí, ya sé que es una legumbre pero como los venden en los frutos secos más que en los ultramarinos…. Me encantan en todas su formas, incluso la tan americana mantequilla de cacahuete que se te pega al paladar que parece que nunca volverás a ser capaz de articular palabra.  La receta está sacada de la colección “La cocina ideal”, de Planeta y creo que si no fueron las primeras galletas que hice les debe de faltar poco.

Ingredientes:

175 g de harina
1/2 cucharadita de bicarbonato
75 g de cacahuetes crudos
75 g de mantequilla reblandecida
175 g de azúcar (el moreno da más sabor y un tono más oscuro)
1 huevo batido
50 g de mitades de cacahuetes crudos para decorar.

Precalienta el horno a 190ºC y prepara las bandejas que vas a usar para hornear las galletas.

Pela los cacahuetes y muélelos (con una batidora o un molinillo de café o a base de darle al almirez).

Tamiza la harina con el bicarbonato.

Bate la mantequilla hasta que esté cremosa y añade entonces el azúcar, batiendo hasta que esté espumoso.

Incorpora el huevo y bate bien.

Añade la harina y los cacahuetes molidos mezclando con mucho cuidado.

Pon esta mezcla a cucharaditas sobre las placas del horno, a 5 cm unas de otras.  Aplástalas ligeramente con un tenedor humedecido en licor (yo suelo usar ron) y pon en el centro de cada pasta medio cacahuete.

Hornea a unos 190ºC de 8 a 10 minutos, vigilando que no se quemen.  Deja enfriar 5 minutos en la placa, retira con espátula metálica y deja que se enfríen en la rejilla.